21 septiembre 2008


Las arenas radiactivas
de Kuwait


Idaho ha recibido más de 6.700 tn de arena procedentes de Kuwait.


Por PABLO FRANCESCUTTI (SOITU.ES)

Actualizado 20-09-2008

La llegada de 6.700 toneladas de arena procedentes de Kuwait ha suscitado cierto resquemor entre los ciudadanos de Idaho (Estados Unidos); sobre todo por su contenido de uranio empobrecido , el resultado de las operaciones de su país en la Guerra del Golfo. La inquietud vuelve a poner sobre el tapete las preguntas sin respuesta acerca de la peligrosidad de esa sustancia radiactiva, asociada a los últimos conflictos bélicos.

El uranio empobrecido es un sobrante de la fabricación de combustible nuclear (emite sólo el 60 por ciento de radiactividad del mineral natural). Por su alta densidad resulta de gran utilidad en usos civiles (aviación, aislamientos radiológicos…) y militares (proyectiles anticarros y blindajes); además, cuesta menos que otros materiales ultraduros, como el tungsteno. Pero tiene una pequeña pega, vaya: cuando un proyectil impacta en un blanco, el uranio se volatiliza en una nubecilla de micropartículas radiactivas que se depositan en el entorno o son arrastradas por los vientos.

De la mano de las tropas británicas y estadounidenses, tales micropartículas se esparcieron por Irak, Kuwait y los Balcanes (en mayo pasado, la Eurocámara pidió la realización de un inventario de todas las zonas de la Unión Europea contaminadas por dicha sustancia). Las autoridades de Afganistán se barruntan que su país también recibió una buena dosis del residuo, un extremo tajantemente negado por el amigo americano.

¿Cuánto de peligroso tiene ese metal pesado? De creer en las noticias sobre enfermos de leucemia y bebés con malformaciones procedentes de las zonas afectadas, parece que mucho; incluso se le señala como la causa del misterioso Síndrome del Golfo. Pero la cosa no se presenta tan clara. De un lado, estudios con ratas expuestas a dosis pequeñas de la sustancia muestran que no les sienta nada bien; del otro, investigaciones con seres humanos no han podido probar que, pese a su toxicidad, tenga efectos carcinogénicos.

La polémica no pierde gas. Como ya ocurriera tantas veces con otras controversias relativas a radiaciones de diversa naturaleza, los informes médicos no logran disipar las sospechas. En contra del uranio empobrecido juega la mala imagen que arrastra el mineral desde que sirvió de materia prima de la bomba A (atómica). De momento, y pese al creciente clamor de voces alarmadas, ninguna normativa internacional prohíbe sus aplicaciones militares. Se oponen a ello Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, con el argumento de que los riesgos sanitarios son insignificantes. Pero si los riesgos son tan ínfimos como aseguran, me pregunto por qué se han tomado el trabajo de trasladar las arenas kuwaitíes en vez de dejarlas en su sitio, si realmente no perjudicaban a nadie.

Vista desde otro ángulo, la repatriación de las arenas contaminadas a Idaho para su almacenamiento es todo un detalle del gobierno estadounidense para con el emirato. Sería fantástico que no se tratase de un caso aislado; que el ejemplo cundiese y que el ministerio de Defensa de Estados Unidos, en una marcial aplicación del principio 'quien contamina paga', proceda a traerse para casa todas las tierras contaminadas a resultas de sus acciones guerreras. Quizás entonces, cuando la factura de su traslado, procesamiento y almacenamiento se dispare, los estrategas del Pentágono comiencen a pensárselo dos veces antes de sembrar de uranio los campos de batalla de ultramar.


¿Qué es el síndrome de la Guerra del Golfo?

El síndrome de la Guerra del Golfo es un término ampliamente utilizado para referirse a las enfermedades sin explicación que ocurren en los veteranos de la Guerra del Golfo.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome de la Guerra del Golfo?

A continuación, se enumeran los síntomas más comunes del síndrome de la Guerra del Golfo. Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir los siguientes:

  • Fatiga.
  • Dolor en el sistema musculoesquelético.
  • Problemas cognoscitivos.
  • Erupción de la piel.
  • Diarrea.

Los síntomas del síndrome de la Guerra del Golfo pueden parecerse a los de otras condiciones médicas. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico. Los síntomas continúan representando un problema frustrante para los veteranos afectados y para sus médicos. A pesar de las exhaustivas investigaciones, la causa del síndrome permanece sin explicación.

El impacto del síndrome de la Guerra del Golfo:

De acuerdo al Instituto Americano de Medicina Laboral y del Medio Ambiente (American College of Occupational and Environmental Medicine), al menos el 12 por ciento de los veteranos de la Guerra del Golfo están actualmente recibiendo alguna forma de compensación por discapacidad debido al síndrome de la Guerra del Golfo.

¿Cuáles son las posibles causas del síndrome de la Guerra del Golfo?

Entre las causas posibles se incluyen las siguientes:

  • Armas químicas, especialmente el gas neurotóxico, o el bromuro de piridostigmina, que se dio como una medida preventiva a los soldados con probabilidad de estar expuestos a armas químicas.
  • Factores psicológicos, tales como el desorden de estrés post-traumático. Los veteranos con el síndrome de la Guerra del Golfo tienen mayores índices de enfermedades psiquiátricas acompañantes.
  • Otros agentes químicos, tales como el humo proveniente de los incendios de las refinerías de petróleo, pesticidas, uranio agotado o la exposición a disolventes o líquidos corrosivos usado durante los procesos de reparación y mantenimiento.

Tratamiento del síndrome de la Guerra del Golfo:

Aunque no existe tratamiento específico para el síndrome de la Guerra del Golfo, las investigaciones sugieren que una propuesta llamada terapia conductista-cognoscitiva puede ayudar a los pacientes con síndromes sin síntomas específicos a llevar vidas más productivas al controlar activamente sus síntomas.

El Departamento de Asuntos de los Veteranos (Department of Veterans Affairs) está dirigiendo un estudio de dos años, científicamente controlado, para determinar la efectividad de la terapia conductista-cognoscitiva en los veteranos con estos síntomas.

Otras investigaciones sobre el síndrome de la Guerra del Golfo:

Las investigaciones sobre el síndrome de la Guerra del Golfo, las cuales siguen siendo controversiales, se están realizando en centros de investigación de todo el país.

09 septiembre 2008


¿Energía nuclear?

No, gracias

El legado de Chernóbil

Escribe Edmundo Fayanás Escuer

Tiene gracia que tengamos que sacar del baúl el eslogan del título. Esto es debido a la intensa campaña pro energía nuclear en nuestro país. Los pro nucleares se apoyan en las dificultades para cumplir el protocolo de Kyoto y en el incierto suministro de gas y petróleo, cada vez más caro y escaso. Inciden en partidos políticos y medios de comunicación para que apoyen la energía nuclear.

Vemos como personajes como James Lovelock (padre de la ecología moderna) advierte que estamos inevitablemente abocados a una catástrofe natural muy próxima. Ha pasado de desautorizar la energía nuclear a apoyarla cuando dice “sólo hay una fuente inmediatamente disponible que no provoca calentamiento planetario y ésa es la energía nuclear. Bastaría con eliminar las trabas a la energía nuclear para resolver los problemas derivados de los combustibles fósiles y poder así mantener nuestro consumo energético”.

Para analizar si la energía nuclear es una alternativa real a nuestro futuro energético, hagamos preguntas y respondámonos.

¿Son seguras las centrales nucleares?

Hace ya 22 años que se produjo el desastre nuclear de Chernobil. Según los últimos informes, nos hablan de más de 60.000 muertos y de otros 90.000 futuros y muchos cientos de miles con enfermedades como el cáncer de tiroides, hígado y recto junto a malformaciones congénitas en los recién nacidos.

Según el Research and Develepoment Institute of Power Engineering los costes de la catástrofe de Chernobil alcanzará los 350.000 millones de dólares. Su radiación afectó a 3.900.000 km2 de Europa y muchos productos agrícolas y ganaderos de estas zonas presentan radiaciones muy por encima de la normalidad, con el grave daño económico para sus habitantes.

Recordar el caso de la central norteamericana de Three Mile Island. Aquí en España se tuvo que clausurar la central nuclear de Vandellos I y son frecuentes los problemas en el resto de centrales nucleares. Los dos últimos han sido muy sonados. En el verano de 2005, la central nuclear de Vandellós II, donde el Consejo de Seguridad Nuclear español autorizó la puesta en funcionamiento sabiendo que la reparación que habían realizado estaba mal hecha. Este noviembre de 2007 no se informó de la fuga radiactiva de la central de Ascó y podemos seguir así en multitud de casos. En Francia, de los 58 reactores nucleares en funcionamiento hay problemas reconocidos en 34, pero no se hace nada.

Nos dicen que la energía nuclear está muy controlada por organismos como el CSN, pero estos organismos no son lo suficientemente independientes y con poco poder autónomo pues han defendido más los intereses económicos de las empresas que la seguridad de los ciudadanos. Los responsables operativos de las centrales nucleares hacen lo posible y hasta lo irresponsable e ilegal para ocultar cualquier incidente.

Se argumenta que las centrales de la tercera generación son más seguras. Es cierto que ha mejorado pero no lo suficientes como para estar tranquilo y seguro.

¿Qué hacer con los residuos radioactivos?

Después de cincuenta años de la puesta en funcionamiento del primer reactor nuclear, ningún país ha conseguido implantar un sistema eficaz para deshacerse de sus residuos nucleares. En Yucca Mountain en el desierto de Nevada (Estados Unidos) se había proyectado el único almacén geológico pero es dudoso que se realice.

Los efectos de los residuos nucleares permanecen activos miles de años, el plutonio 239 (24.400 años), el plutonio 240 (6.600 años). Se imaginan que si ahora ya hay problemas con los residuos nucleares ¿qué pasaría si se aumentara el parque de nucleares?

Con el combustible gastado hasta el año 2003, hay plutonio suficiente para la producción de más de 25.000 bombas nucleares. Este es otro factor en contra de la energía nuclear cual es la proliferación de armamento nuclear. Siendo la situación actual de muy graves, recordemos los problemas nucleares en Israel, Irán, Siria, Corea del Norte, etc. Unamos la posibilidad de que este material cayera en manos de grupos terroristas o incluso que una central nuclear fuera atacada por estos mismos grupos ¿se imaginan que pasaría?

Se calcula que en España tenemos unas 6.000 Tm de residuos nucleares que se conservan en las propias centrales nucleares en situaciones lamentables, al no existir un centro donde guardarlos. Para el año 2010 se había dispuesto que en nuestro país existiera un almacén de residuos radioactivos, pero este no se hará al no disponer de un lugar para hacerlo, pues nadie lo quiere.

En el año 2010 deben de regresar a España los residuos radiactivos de Vandellos I que fueron desplazados a Francia. El coste de estos residuos es de 57.000 euros diarios. Muchos de los defensores de la energía nuclear intentan minimizar el problema de los residuos, pero este es uno de los grandes problemas que la hacen inviable en todo el mundo.

¿La energía nuclear nos da independencia energética?

La respuesta es NO. Un estudio realizado en 2001, por la Agencia Internacional de la Energía Atómica sobre la disponibilidad de uranio, nos dice que sus recursos conocidos pueden no cubrir ya sus necesidades en 2026, en el caso de una elevada demanda y en 2035, con una demanda intermedia.

Los países productores son igual o más inseguros que las del petróleo o gas, pues son todos ellos países inestables como es el caso de Níger o de otros países africanos productores de uranio.

Podemos afirmar que la energía nuclear española depende totalmente del exterior, pues debe importar todo el uranio que consume, cuyo precio está subiendo desde el año 2004. La escalada de precios energéticos de gas y petróleo, también se da en el uranio porque sus reservas como hemos visto son muy limitadas.

Si en el suministro de uranio seguimos siendo dependientes, lo mismo podemos decir de toda la tecnología nuclear, que mayoritariamente la tenemos que importar de los norteamericanos o franceses. Con este panorama se puede decir que la energía nuclear no nos da independencia energética.

¿Es la energía nuclear una alternativa económica viable?

Veamos dos aspectos. El coste de construcción de las nuevas centrales nucleares de nueva generación son un 50% más cara que las plantas tradicionales y hasta un 80% que las de ciclo combinado. Tanto defensores como detractores coinciden en que estas centrales nucleares requieren una gran inversión inicial de capital, cuya recuperación requiere largos periodos de tiempo. Una central nuclear de tipo medio ronda los 3.500 millones de euros y su construcción tiene una duración de doce años.

Otro argumento que siempre aducen es que el Kw/h nuclear es más barato. Siguiendo los datos aportados por las propias empresas eléctricas, se valora el precio del Kw instalado en centrales de ciclo combinado en 500 euros, las centrales térmicas tradicionales en unos 800 euros, las centrales hidroeléctricas los producen en unos 2.000 euros, la energía renovable oscila en una horquilla de 1.000/2.000 euros.

El Kw nuclear, según los datos de las nuevas centrales nucleares francesas se sitúa en unos 2.000 euros. El gasto nuclear no es sólo el de la construcción y funcionamiento sino que tiene unas cargas financieras posteriores muy importantes, como es la gestión de residuos, que normalmente asume el estado. Sería bueno saber cual es la cantidad que el estado francés dedica a subvencionar la energía nuclear para que ésta sea competitiva.

Sólo habrá inversiones privadas en energía nuclear si sus costes de producción son inferiores a otras alternativas menos arriesgadas y además que el sector público garantice la rentabilidad de dichas inversiones. Sirva como ejemplo que todas las centrales nucleares en funcionamiento fueron construidas por monopolios estatales o por compañías eléctricas verticalmente integradas y operando en un entorno muy regulado que les garantizaba el retorno de las inversiones.

El precio del KW nuclear es en un 70% coste financiero y la inversión total, el plazo de construcción y la tasa de interés son las variables fundamentales. Las estimaciones actuales hablan de incrementos de más del 300% en las inversiones nucleares.

La actual crisis financiera no parece el mejor escenario para el renacimiento nuclear que requerirían centenares de miles de millones de euros de nuevas inversiones durante décadas

¿Qué piensan los europeos de la energía nuclear?

Es una encuesta realizada a inicios del año 2006 y presentado por el Comisario europeo Andris Piebalgs, nos dice que solamente el 12% de los europeos ven la energía nuclear como alternativa, mientras que el 88% restante no lo ven como futuro.

¿Qué alternativa hay para solucionar la crisis energética y el cambio climático?

Es imprescindible el cambio de modelo de desarrollo económico por insostenible. El modelo neoliberal globalizador debe acabarse.

Casi nadie habla de la palabra AHORRO y de la eficiencia energética. La unión Europea calcula que se pues ahorrar un 25% de la energía que actualmente consumimos y en España puede llegar al 30%.

Favorecer el desarrollo de las energías alternativas como la eólica, solar, etc., pues poseemos tecnología puntera e incluso podemos exportar y ésta si nos da independencia energética.

Ampliar el desarrollo tecnológico de otras energías como puede ser la del hidrogeno que en un plazo de veinte años pueden ocupar un lugar importante.

Es evidente que para impedir el desastre energético y el cambio climático decir NO a la alternativa nuclear, al mismo tiempo que se trabaja por un modelo no pasa por la resurrección de la energía nuclear, sino por nuestra responsabilidad individual y colectiva, modificando el modelo de desarrollo económico. Por ello debemos de buscar un desarrollo económico sostenible.

01 septiembre 2008

Contaminación Radioactiva:
El uranio nuestro de cada día...


03-02-06, Por Jorge Gómez Barata

El uranio empobrecido, 1,7 más denso que el plomo, es la sustancia más pesada existente en el planeta, cualidad que la hace ideal como contrapeso en los cohetes, satélites y naves espaciales. Esta propiedad hace que los proyectiles revestidos con ella sean capaces de penetrar prácticamente cualquier blindaje.

Irán está a punto de ser atacado por pretender crear capacidades para enriquecer uranio, mientras, sin limitaciones ni escrúpulos, Estados Unidos y varias naciones desarrolladas, utilizan el uranio empobrecido para fabricar municiones.

En 1999 la aviación de Estados Unidos y la OTAN dispararon sobre Serbia y Kosovo alrededor de 36 000 proyectiles fabricados con uranio empobrecido. En Irak los norteamericanos utilizaron casi un millón de tales proyectiles.

Tal como aparece en la naturaleza, el uranio no es utilizable, razón por la que debe ser enriquecido mediante sofisticados y costosos procedimientos industriales. En esos procesos, como un residuo inevitable, se genera el uranio empobrecido, un material todavía altamente radioactivo, que es preciso almacenar y conservar cuidadosamente. De hecho Estados Unidos dispone de medio millón de kilogramos de los que no podrá deshacerse en los próximos 4,500 millones de años, período que necesita el mineral para dejar de emitir radiactividad.


El uranio empobrecido, 1,7 más denso que el plomo, es la sustancia más pesada existente en el planeta, cualidad que la hace ideal como contrapeso en los cohetes, satélites y naves espaciales. Esta propiedad hace que los proyectiles revestidos con ella sean capaces de penetrar prácticamente cualquier blindaje.


Para más señas el uranio empobrecido es una sustancia pirofórica espontánea, es decir, en el momento del impacto, cuando se generan altas temperaturas, se incendia espontáneamente produciendo un calor infernal que convierte al proyectil en miríadas de partículas, aunque icroscópicas, radioactivas y sumamente pesadas.

Por tales bondades, desde hace 20 años la industria militar norteamericana, utiliza el uranio empobrecido para la fabricación de armas, como refuerzo de los blindajes, para chalecos anti balas y otros usos.

Las sustancias liberadas por el impacto y la combustión de los proyectiles revestidos con uranio empobrecido, se mezclan con el aire, el agua, el polvo y los alimentos, incorporándose a la cadena alimenticia y al ciclo del agua y llevadas por el viento y la lluvia llegan al mar y a los ríos que las arrastran a miles de kilómetros del lugar en que originalmente se utilizaron donde son inhaladas o tragadas. Los proyectiles con ese material, no sólo matan a los combatientes durante el momento del impacto sino que afectan a la población civil durante toda la eternidad.

Tras la Guerra del Golfo, investigaciones epidemiológicas internacionales han asociado el empleo de uranio empobrecido con la parición de nuevas enfermedades, así como con la elevación de la frecuencia de otras. Lo más dramático son el aumento de las malformaciones congénitas y cáncer, tanto en la población civil de Kosovo e Irak, como entre los militares que estuvieron expuesto a las sustancias y su descendientes. Este hecho ha dado lugar al llamado “Síndrome de la Guerra del Golfo”.

Enriquecido para fabricar bombas atómicas o empobrecido para recubrir las ojivas de los proyectiles convencionales, los blindajes de los tanques o los chalecos anti balas que cargan los soldados, el uranio es una sustancia que utilizada con fines bélicos se ha convertido en maldita y su uso debiera estar prohibido para todos, no sólo para Irán que todavía ni siquiera cuenta con capacidad para producirlo.

Mentiras de la industria nuclear


Desde hace un tiempo, la industria nuclear, moribunda por falta de pedidos de reactores, ha lanzado a los cuatro vientos campañas de intoxicación a través de sus propagandistas.

Hace tiempo nos quiso hacer creer que era «la solución» a los problemas energéticos del mundo. Ahora nos quiere volver a engatusar haciéndonos creer que es «la solución» a las emisiones de CO2. Los promotores de la energía nuclear ya dijeron una vez que la electricidad nuclear «sería tan barata que no haría falta medirla», y la realidad ha sido bien distinto de lo que prometían.

Ya el año 1971, uno de los propagandistas de la fisión nuclear, B. Y. Spinrad, pronosticó que «a comienzos de los años noventa casi el 90% de la nueva potencia eléctrica instalada en el mundo, excepto en África, sería nuclear, y que la fisión nuclear suministraría más del 60% de la electricidad generada en el mundo». También en 1971, Glenn Seaborg (premio Nobel 1951 por la investigación en la química de los elementos transuránidos), entonces presidente de la US Atomic Energy Commission, dijo: «El año 2000 la energía nuclear aportará inimaginables beneficios que mejorarán la calidad de vida de la mayoría de la población del planeta».

Los reactores de fisión nuclear no sólo tenían que generar toda la electricidad para los usos domésticos e industriales, sino que tenían que transformar la agricultura, energetizando los complejos de producción de alimentos, produciendo fertilizantes y desalinitzando el agua del mar.
Este concepto de »nuplexos» (complejos nucleares) fue propuesto el año 1956 por Richard L. Maier, y posteriormente fue elaborado por el Oak Ridge National Laboratory. Estos complejos –basados en grandes centrales nucleares (y eventualmente reactores reproductores), situadas en áreas costeras desérticas, abastecerían energía por desalinizar agua de mar, producción de fertilizantes, polígonos industriales y cultivo intensivo de plantas– tenían que transformar las zonas desérticas del mundo en zonas habitables y productivas. Entonces, la nucleocràcia no tenía ninguna duda de que la energía nuclear sería absolutamente indispensable. Seaborg y Corliss pensaban que sin la civilización se ralentizaria hasta detenerse. También proponían un mundo plenamente nuclearizado en que, además de grandes reactores para generar electricidad, habría barcos de carga y aviones de pasajeros alimentados con energía nuclear, e incluso coches nucleares. También imaginaban el uso de explosiones nucleares «controlados» para extraer minerales, petróleo y gas de la corteza terrestre, para desviar el curso de ríos, para abrir canales de navegación nuevos y puertos también nuevos en Alaska y Siberia, y que se instalarían reactores nucleares para la propulsión de cohetes para transportar humanos al planeta Marte.

En estas visiones del futuro nuclear, las personas vivirían bajo tierra (para protegerse de la radiactividad ambiental), dejando la superficie de la Tierra para la naturaleza silvestre (y envenenada radiactivamente). Para volver a conectar con la naturaleza, sólo se tendría que coger el ascensor (eso sí, con un vestido protector de las radiaciones). En un mundo como el descrito por los primerizos propagandistas de la energía nuclear, los reactores de fisión tenían que ser una cosa mágica, sólo un artilugio temporal, antes de ser seguidos por los reactores de neutrones rápidos o reproductores. La tecnología de los reactores reproductores ha sido uno de los fracasos más espectaculares de la tecnología nuclear. Hoy no hay ninguno en funcionamiento en el mundo, y los pocos que se llegaron en construir tuvieron que ser parados y abandonados, a pesar de que General Electric esperaba que los reactores reproductores comerciales serían introducidos en el año 1982 y que en el año 2000 representarían la mitad del parque nuclear mundial.

Los reactores reproductores no han sido la última promesa nuclear: desde comienzos de los años cincuenta la nucleocràcia ha tenido un gran interés en dedicar grandes cantidades de dinero a una fuente «limpia» de energía: la fusión nuclear. El año 1971, Seaborg ya confiaba que los experimentos de fusión nuclear llegarían a generar más energía que la que gastaban en el experimento a partir del año 1980. En 1972 se predijo que en el 2000 los reactores de fusión nuclear ya generarían electricidad a nivel comercial. En 1979,el International Fusion Research Council concluyó que «en cincuenta años se produciría energía a partir de la fusión».

En 1987, después de analizar los cuarenta años de investigación entorno de la fusión y de analizar los más de 20.000 millones de dólares que se le habían dedicado, un grupo de trabajo de l'Office of Technology Assessment concluyó que «el reactor de fusión comercial estaría disponible antes de cincuenta años». En noviembre del 1999, los científicos implicados en el proyecto International Thermonuclear Experiment Reactor (ITER) insistieron otra vez que «la electricidad a partir de la fusión nuclear sería una realidad en cincuenta años». Si alguna cosa han descubierto los científicos de la fusión es la ley de los 50 años que siempre faltan para alcanzarla!

Ante tanto engaño interesado y tanta mentira, la realidad de la energía nuclear es la que es. Puede comprobarse en el informe Nuclear Industry Status Report 2007 (que se puede consultar en el web
Energia Sostenible).

JOSEP PUIG
http://www.energiasostenible.org/
Doctor ingeniero industrial y profesor de la UAB.
Grup de Científics i Tècnics per un Futur No Nuclear (GCTPFNN)

Este artículo, publicado el 23-12-2007 en el diario
El Punt ha sido traducido con permiso del autor.]
URUGUAY: Vázquez invitó

a Israel a explorar planta nuclear


El presidente la quiere para generar electricidad
ISRAEL IORAM MELCER / El País, Montevideo

Vázquez concluyó su visita oficial a Israel con apuestas a mejorar el intercambio comercial y de inversiones y con la esperanza de incrementar la cooperación en materia científica a través de la instalación en Montevideo del Instituto Weizmann.

El presidente de la República, Tabaré Vázquez, concluyó ayer su visita a Israel con la esperanza de incrementar el vínculo comercial entre ambos países, principalmente en el rubro alimentos, en el marco del TLC que Israel firmó con el Mercosur y con la posibilidad de concretar también acuerdos bilaterales. Al mismo tiempo propuso la creación de una filial del Instituto Weizmann en Montevideo y anunció un urgente debate acerca de la posibilidad de instalar una planta de energía nuclear en Uruguay.

Tras reunirse el lunes con las principales autoridades israelíes, Vázquez dedicó su último día a visitar el Instituto Weizman -en el que realizó estudios de posgrado en 1982-, mientras que el ministro de Economía, Danilo Astori, encabezó una ronda de negocios.

El mandatario continúa hoy su gira por Suiza, donde asistirá al Congreso Mundial del Cáncer y se reunirá con la directora general de la OMS, Margaret Chan, y con el director general de la OMC, Pascal Lamy, antes de visitar Corea del Sur.

CIENCIA. Durante la visita a las instalaciones de energía atómica del Instituto Científico Weizmann, en la ciudad de Rahovot, el mandatario planteó la propuesta de instalar una filial en Montevideo. "¿Por qué no? Si el Instituto Pasteur tiene en Uruguay su primera filial en América Latina", dijo en referencia al centro que se abrió el año pasado en Montevideo.

El Instituto Weizmann es un centro de investigación que trabaja en todos los campos de las ciencias, desde la matemática hasta la biología molecular, pasando por física, química y computación.

La propuesta del presidente sorprendió a los dirigentes del instituto. "¿Acaso es imposible? ¿Innecesario? ¿Acaso no existe el marco bilateral que lo haga posible? ¿Acaso no existe el diálogo entre Israel y el Mercosur que asista?", preguntó Vázquez, quien mencionó que la larga trayectoria de cooperación entre los institutos Pasteur y el Weizmann puede ayudar al proyecto.

El presidente también se refirió a la posibilidad de instalar una central de energía atómica en Uruguay y anunció que a su regreso a Montevideo invitará a los dirigentes de los demás partidos políticos para entregarles información sobre el uso pacífico de esta energía, al tiempo que organizará un simposio para ampliar sobre este tema.

Consideró "un paso trascendente" para Uruguay el definir el eventual uso de la energía atómica para la generación eléctrica. "Es una idea base por la cual planteamos en Uruguay comenzar a estudiar la posibilidad de generar electricidad en base a energía nuclear", dijo.

El escollo legal a superar

En el año 1997, se incluyó en el artículo 27 de la ley 16.832 (ley marco del sistema eléctrico) el texto que prohibe el uso de energía de origen nuclear en el territorio nacional". Y, además, agrega que "ningún agente del mercado mayorista de energía eléctrica podrá realizar contratos de abastecimiento de energía eléctrica con generadores nucleares ni con generadores extranjeros cuyas plantas contaminen el territorio nacional". En el año 2005, el senador nacionalista Sergio Abreu presentó un proyecto de ley planteando la derogación de dicho artículo en el entendido de que la prohibición "funciona como un inhibidor del análisis" de la energía nuclear y de la formulación de proyectos, en circunstancias en que, agrega el proyecto de Abreu, "es razonable y conveniente abrir una discusión nacional sobre el tema". Se añade en el proyecto que la energía nuclear debe plantearse como una opción y no como la única o la mejor solución.

Los planes nucleares de Brasil y Argentina

Los presidentes Luis Inácio Lula da Silva, de Brasil y Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina se reunirá el 6 de septiembre en Recife, y entre los temas a tratar está la creación de una empresa binacional de energía nuclear.

El presidente de Industrias Nucleares de Brasil, Alfredo Tranjan Filho, dijo al diario O Estado de San Pablo que "sería más eficiente crear una empresa binacional amplia, dedicada no solo al enriquecimiento de uranio sino también a otras oportunidades y necesidades de los países y del mercado ampliado de América del Sur en las áreas de salud, agrícola y radiofármacos". La compañía se posicionaría como uno de los proveedores mundiales de uranio enriquecido, uno de los objetivos del gobierno brasileño, según Tranjan. "Además de los planes de Chile, Uruguay, Perú y Venezuela de instalar centrales nucleares, Argentina cuenta con dos usinas en operación, pretende concluir Atucha II y planea construir otras dos usinas. Brasil mantiene Angra I, Angra II, construirá Angra III en 2014 y otras 6 usinas hasta 2030", dijo el funcionario brasileño.

La idea de esta empresa binacional fue uno de los 17 acuerdos alcanzados en el encuentro de los dos presidentes el pasado 22 de febrero cuando se creó el Comité Binacional de Energía Nuclear (Coben).

Sin embargo, la asociación no cuenta con el beneplácito unánime de las autoridades brasileñas, particularmente de la Marina de Brasil.