21 septiembre 2008


Las arenas radiactivas
de Kuwait


Idaho ha recibido más de 6.700 tn de arena procedentes de Kuwait.


Por PABLO FRANCESCUTTI (SOITU.ES)

Actualizado 20-09-2008

La llegada de 6.700 toneladas de arena procedentes de Kuwait ha suscitado cierto resquemor entre los ciudadanos de Idaho (Estados Unidos); sobre todo por su contenido de uranio empobrecido , el resultado de las operaciones de su país en la Guerra del Golfo. La inquietud vuelve a poner sobre el tapete las preguntas sin respuesta acerca de la peligrosidad de esa sustancia radiactiva, asociada a los últimos conflictos bélicos.

El uranio empobrecido es un sobrante de la fabricación de combustible nuclear (emite sólo el 60 por ciento de radiactividad del mineral natural). Por su alta densidad resulta de gran utilidad en usos civiles (aviación, aislamientos radiológicos…) y militares (proyectiles anticarros y blindajes); además, cuesta menos que otros materiales ultraduros, como el tungsteno. Pero tiene una pequeña pega, vaya: cuando un proyectil impacta en un blanco, el uranio se volatiliza en una nubecilla de micropartículas radiactivas que se depositan en el entorno o son arrastradas por los vientos.

De la mano de las tropas británicas y estadounidenses, tales micropartículas se esparcieron por Irak, Kuwait y los Balcanes (en mayo pasado, la Eurocámara pidió la realización de un inventario de todas las zonas de la Unión Europea contaminadas por dicha sustancia). Las autoridades de Afganistán se barruntan que su país también recibió una buena dosis del residuo, un extremo tajantemente negado por el amigo americano.

¿Cuánto de peligroso tiene ese metal pesado? De creer en las noticias sobre enfermos de leucemia y bebés con malformaciones procedentes de las zonas afectadas, parece que mucho; incluso se le señala como la causa del misterioso Síndrome del Golfo. Pero la cosa no se presenta tan clara. De un lado, estudios con ratas expuestas a dosis pequeñas de la sustancia muestran que no les sienta nada bien; del otro, investigaciones con seres humanos no han podido probar que, pese a su toxicidad, tenga efectos carcinogénicos.

La polémica no pierde gas. Como ya ocurriera tantas veces con otras controversias relativas a radiaciones de diversa naturaleza, los informes médicos no logran disipar las sospechas. En contra del uranio empobrecido juega la mala imagen que arrastra el mineral desde que sirvió de materia prima de la bomba A (atómica). De momento, y pese al creciente clamor de voces alarmadas, ninguna normativa internacional prohíbe sus aplicaciones militares. Se oponen a ello Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, con el argumento de que los riesgos sanitarios son insignificantes. Pero si los riesgos son tan ínfimos como aseguran, me pregunto por qué se han tomado el trabajo de trasladar las arenas kuwaitíes en vez de dejarlas en su sitio, si realmente no perjudicaban a nadie.

Vista desde otro ángulo, la repatriación de las arenas contaminadas a Idaho para su almacenamiento es todo un detalle del gobierno estadounidense para con el emirato. Sería fantástico que no se tratase de un caso aislado; que el ejemplo cundiese y que el ministerio de Defensa de Estados Unidos, en una marcial aplicación del principio 'quien contamina paga', proceda a traerse para casa todas las tierras contaminadas a resultas de sus acciones guerreras. Quizás entonces, cuando la factura de su traslado, procesamiento y almacenamiento se dispare, los estrategas del Pentágono comiencen a pensárselo dos veces antes de sembrar de uranio los campos de batalla de ultramar.


¿Qué es el síndrome de la Guerra del Golfo?

El síndrome de la Guerra del Golfo es un término ampliamente utilizado para referirse a las enfermedades sin explicación que ocurren en los veteranos de la Guerra del Golfo.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome de la Guerra del Golfo?

A continuación, se enumeran los síntomas más comunes del síndrome de la Guerra del Golfo. Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir los siguientes:

  • Fatiga.
  • Dolor en el sistema musculoesquelético.
  • Problemas cognoscitivos.
  • Erupción de la piel.
  • Diarrea.

Los síntomas del síndrome de la Guerra del Golfo pueden parecerse a los de otras condiciones médicas. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico. Los síntomas continúan representando un problema frustrante para los veteranos afectados y para sus médicos. A pesar de las exhaustivas investigaciones, la causa del síndrome permanece sin explicación.

El impacto del síndrome de la Guerra del Golfo:

De acuerdo al Instituto Americano de Medicina Laboral y del Medio Ambiente (American College of Occupational and Environmental Medicine), al menos el 12 por ciento de los veteranos de la Guerra del Golfo están actualmente recibiendo alguna forma de compensación por discapacidad debido al síndrome de la Guerra del Golfo.

¿Cuáles son las posibles causas del síndrome de la Guerra del Golfo?

Entre las causas posibles se incluyen las siguientes:

  • Armas químicas, especialmente el gas neurotóxico, o el bromuro de piridostigmina, que se dio como una medida preventiva a los soldados con probabilidad de estar expuestos a armas químicas.
  • Factores psicológicos, tales como el desorden de estrés post-traumático. Los veteranos con el síndrome de la Guerra del Golfo tienen mayores índices de enfermedades psiquiátricas acompañantes.
  • Otros agentes químicos, tales como el humo proveniente de los incendios de las refinerías de petróleo, pesticidas, uranio agotado o la exposición a disolventes o líquidos corrosivos usado durante los procesos de reparación y mantenimiento.

Tratamiento del síndrome de la Guerra del Golfo:

Aunque no existe tratamiento específico para el síndrome de la Guerra del Golfo, las investigaciones sugieren que una propuesta llamada terapia conductista-cognoscitiva puede ayudar a los pacientes con síndromes sin síntomas específicos a llevar vidas más productivas al controlar activamente sus síntomas.

El Departamento de Asuntos de los Veteranos (Department of Veterans Affairs) está dirigiendo un estudio de dos años, científicamente controlado, para determinar la efectividad de la terapia conductista-cognoscitiva en los veteranos con estos síntomas.

Otras investigaciones sobre el síndrome de la Guerra del Golfo:

Las investigaciones sobre el síndrome de la Guerra del Golfo, las cuales siguen siendo controversiales, se están realizando en centros de investigación de todo el país.

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