17 agosto 2008

Francia anuncia más
centrales nucleares en
respuesta a las alzas
del petróleo


Las economías industrializadas tomaron ayer nota de la persistencia de precios altos en los mercados de petróleo. Francia acordó lanzar una nueva generación de nucleares en respuesta a unos precios que "serán altos en los próximos años y decenios". En EE. UU. el consumo empieza ya a resentirse del impacto en los precios.

Los carburantes marcan nuevos máximos en España: la sin plomo de 95 cuesta ya 1,026 euros y el gasóleo 94,3 céntimos


LA VANGUARDIA - 17/08/2005
Agencias y redacción. PARÍS | NUEVA YORK


Francia se convirtió ayer en el primer país europeo en extraer conclusiones a medio plazo sobre las consecuencias de la actual alza del petróleo, que lleva ya varias semanas coqueteando con unos precios por encima de los 65 dólares. Una reunión en la cumbre presidida por Dominique de Villepin constató que "en la actual escalada de los precios del petróleo todos los factores están reunidos para que ésta dure años, si no decenios". Como respuesta, anunció la puesta en marcha "de una nueva generación de centrales nucleares".

Francia es hoy uno de los países europeos en los que el peso de lo nuclear sobre el total de energía producida es mayor. El anuncio va a contracorriente de la política que siguen países como Alemania, Suecia o España, que han optado por la desaparición progresiva de la energía nuclear y su sustitución por energías como la eólica o la solar.

En la rueda de prensa posterior a la reunión, Villepin recordó los planes de Électricité de France (EDF), empresa eléctrica de capital público, que construye un reactor de agua presurizada (EPR) en Flamanville (norte de Francia) con una inversión prevista de 3.000 millones de euros y una capacidad de 1.600 megavatios, y que debe sustituir en el 2012 a los reactores ahora en funcionamiento. EDF tiene planes para construir un reactor de nueva generación al año a partir del 2020.

Villepin también reclamó de la industria petrolera francesa - en concreto a Total- que invierta para mejorar su potencial de refino y hacer frente a una demanda creciente.

En España, la apuesta francesa por lo nuclear puede actuar como estímulo al tímido debate iniciado este verano con la admisión, por parte del ministro de Industria, José Montilla, de que "España no puede, por el momento, prescindir de la energía nuclear", en unas declaraciones que suponen una primera matización a la política del PSOE, que incluye en su programa electoral la eliminación de las centrales nucleares.

España es uno de los países con mayores dificultades de aprovisionamiento de energía en un contexto de creciente escasez. Su situación periférica en relación con las grandes líneas de conexión continentales; la escasez de fuentes hídricas y una demanda sostenida debida la creciente urbanización, la hacen muy vulnerable. En este contexto, Montilla reclamó un "debate abierto" este otoño sobre la cuestión.

Las reflexiones de Montilla, expresadas a una agencia de noticias en julio, han sido recogidas por la patronal Fomento del Trabajo, que ha reclamado la materialización de este debate a la vista de los efectos de las alzas de los carburantes sobre la inflación (3,3% en julio). Ayer, los carburantes marcaron nuevos máximos. La sin plomo 95 cuesta ya 1,026 euros por litro y el gasóleo de automoción 94,3 céntimos.

Al otro lado del Atlántico, los inversores estadounidenses tomaron buena nota de los efectos que las alzas del crudo tienen sobre los resultados de las empresas. En una nota difundida por Wal-Mart, cadena de supermercados que actúa como valor de referencia para la evolución del consumo en aquel país, "las alzas de los carburantes empiezan a pesar en la frecuentación de los grandes almacenes". Según una nota del Consejo Internacional de Centros Comerciales, las ventas en grandes almacenes han bajado un 0,2%.

Ayer, y después de un lunes en el que los precios del petróleo bajaron significativamente (hasta un 2%), el curso reanudó al alza hasta situarse por encima de los 65 dólares en el crudo del mar del Norte tipo Brent y más allá de los 66 dólares en el mercado de Nueva York. La tensión en Irán fue, de nuevo, la excusa para la subida de los precios.

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